El escultor cubano Juan José Sucre concluye la estatua de José Martí de 18 metros de alto, en la cual aparece sentado de forma idealizada. El mármol blanco para ello se extrajo de las proximidades del "Abra" en la Isla de la Juventud, cerca de donde inició el destierro José Martí en su adolescencia. La cabeza fue tallada en un bloque de 3 metros de alto por 2 de ancho y un peso de aproximado de 18 toneladas. En total la escultura se dividió en 52 piezas, que fueron talladas al pie del monumento en su honor que se encuentra en la Plaza Civica, hoy Plaza de la Revolución.